EXPEDICIÓN DEL 2009: Bautizos en la "Cumbre" del Ritacuba Blanco en el 2009
El primero de varios videos de la "cumbre" del Ritacuba
Video: Asier, Gonzalo, Camelia y Andrea encordados sobre el glaciar.
Cumbre en el Ritacuba Blanco, S N El Cocuy Colombia
Foto: Asier, Camelia y Gonzalo encordados, iniciando la subida del glaciar del Ritacuba Blanco. Foto tomada por Andrea Molina. Al frente, la cumbre del Ritacuba Negro.
Foto: Asier y Camelia atacando la cumbre del Ritacuba Blanco. Al fondo Miguel, quien sube casi todos los días.
Foto: Camelia (63) felicitando a Gonzalo (65) por la proeza.
Foto: Listos para descender.
Foto: Andrea en el centro, grabando videos para recordar.
Foto: Gonzalo y Camelia en su propia cumbre (unos metros de desnivel antes de la verdadera), celebrando con la Virgen del Carmen, la misma que los acompañó al Pico Bolívar (Venezuela).
Otras aventuras: Reseña de Panorama (Maracaibo)
Tomado del diario Panorama del 23 de diciembre de 2007
Texto: Annel Mejías (Periodista del diario Panorama, radicada en en Mérida)
A las 2:30 pm del 15 de diciembre llegaron al busto de Simón Bolívar. Ascendieron desde los 4.600 m.s.n.m, en la Laguna de Timoncito, hacia los 4.980 de la cumbre más alta del país. Los acompañaron sus yernos y un amigo.
Con la garganta llena de emoción, nerviosos y agotados, los esposos Godoy Jiménez rompieron el silencio del Pico Bolívar a las 2:30 de la tarde al gritar a todo pulmón: “¡¡Cuumbreee!!” el pasado sábado 15 de diciembre.
Estaban allí, junto al busto de Simón Bolívar, sentados a 4.980 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m), sostenidos por una laja de piedra gris, dándole la espalda a un precipicio.
Pocos minutos fueron suficientes para decir lo que deseaban. “¡Jesús, te amo, te necesito!”, dijo emocionada Camelia Jiménez de Godoy, de 62 años, mientras su esposo Gonzalo Godoy, de 64 años, izó la imagen de la Virgen del Carmen entre la neblina y recitó un Ave María para honrar a la Madre de Dios.
Aníbal Rodríguez, su yerno, y Franklin López, amigo, los acompañaron en esta aventura.
Experiencia
“Uno se queda sin respiración al ver la grandeza del Creador, todo es tan perfecto, hace la invitación para que uno se pregunte de dónde soy y quién soy”, reflexiona Camelia ya tranquila, en la casa de su hija en Mérida.
A pesar de estar en verano, les nevó dos veces “y cayó granizo también. La montaña se comportó como en invierno”, relata Gonzalo, quien hoy llegaba a Maracaibo, su hogar desde hace 40 años desde que se casó con Camelia.
“Somos tocuyanos, pero maracuchos de corazón. Siempre que participamos en un evento deportivo representamos al Zulia. Nuestras dos hijas nacieron en Maracaibo y hemos practicado velerismo desde 1977 en el Lago”, dice Gonzalo.
Frotándose los dedos, Camelia cuenta que las manos aún no le han despertado bien, “imagínate cómo era el frío allá. Fue bueno, pero duro”, explica para describir cómo es estar en medio del choque de vientos que suben del cañón del Chama, desde Mérida, y de los Llanos de Barinas.
La iniciativa
Hace un año Gonzalo le propuso a Camelia subir el pico Bolívar. “Lo vi un poco lejano, pero acepté. Cualesquiera de los dos invita para las aventuras”, expone ella, quien practica con su esposo excursiones en Gran Sabana y marcha olímpica.
Entre ocho y diez kilómetros diarios caminaban en la Vereda del Lago para prepararse físicamente para el nuevo reto.
El año pasado subieron dos veces hacia la Laguna Coromoto, en Mérida. Luego intentaron conquistar Pan de Azúcar, en el páramo La Culata, y “fue frustrado, me dio mal de páramo”, confiesa Camelia. “Después del Bolívar, ya eso me parece sencillo”.
Darwin López, Joel Jiménez y Joel Sánchez formaron el equipo de guías, “los dorados ángeles de la guarda”, los llaman ellos.
Los expertos les sugirieron que, por su edad, no hicieran el recorrido completo desde la Mucuy hacia la Coromoto y luego a la cumbre, sino que fueran desde el Espejo hacia el Bolívar, donde necesitarían mucha energía.
El jueves 13 de diciembre ascendieron por teleférico hasta la estación La Aguada para aclimatarse y caminaron hacia la posada de Pedro Peña, nieto de Domingo Peña, el primer nevadero en llegar al pico Bolívar.
Allí se quedaron esa noche. Al día siguiente tomaron el teleférico hasta el Espejo, a 4.765 m.s.n.m, donde iniciaron la caminata el sábado a las 7:30 am.
Gonzalo y Camelia bajaron por los riscos de La Cloaca para llegar a la explanada de la Laguna de Timoncito, donde armaron su campamento a 4.600 m.s.n.m.
“Subimos por la Ruta Weiss, la más sencillita, entre comillas”, recuerda Camelia, quien junto a su compañero, yernos y amigos arribaron a un sitio llamado la Roca Táchira, luego se desviaron hacia La Ventana y allí, sobre una cornisa, coronaron. Ellos le dieron la espalda al llano de hielo de la ruta norte, se desviaron hacia el glaciar principal del Pico y entraron por el sur para subir a la cumbre.
“Nuestros ángeles nunca habían guiado a parejas de nuestra edad. Dicen que es la primera vez que sube un matrimonio venezolano mayor de 60 años”, explica Camelia, quien es abuela de cuatro hermosos nietos.
La bajada
Una vez atrapados entre la montaña y la nieve, sólo se escuchaba el sonido del silencio. “El camino no se ve, es como la canción: caminante no hay camino, se hace camino al andar”, describe Camelia.
Al regresar, un percance ocurrió. Justamente bajando una cornisa en rapel, una corriente de aire la movió para hacer un péndulo.
En vez de soportarse con el pie, se lesionó su rodilla derecha y en el rebote se golpeó la cadera izquierda. “Cuando miré para abajo y vi unos 12 metros de cuerda, me puse torpe”, dice entre bromas Camelia, recordando ese doloroso instante que le hizo comprender la importancia del compañerismo en este deporte.
Después, cayó de lado por una rampa nevada en forma de escalera, soltándose de los guías que la cargaban.
En los diez minutos que duró acostada sobre la nieve, esperando que la rescataran, camelia sintió lo agradable que es vivir en paz cada día.
“Siempre he querido dar lo mejor de mí: ser la mejor madre, la mejor esposa, vecina. Allí estaba tan tranquila y confiada que no lloré ni sentí miedo, porque no debía ningún ‘te amo’ a nadie”, dice conmovida.
El guía Darwin se lo había asegurado: “Señora Camelia, no se preocupe, así como le prometí la cumbre, le prometo el regreso”, le dijo.
Y así, en chuco, en silla de mano, en rapel y colgada, las 7:30 pm llegó a la ciudad de Mérida, con ganas de seguir escalando junto a su esposo otras montañas de Latinoamérica.
Montañismo: ¿ Locura o pasión y respeto por las montañas?
Foto: Montañista en otro esfuerzo
Después de los 60´s: Aumentar las medidas de seguridad
La navegación a vela (mas de 30 años de experiencia) y el buceo (lo aprendió Gonzalo desde el año 1963) les han enseñado, que la preparación y la seguridad son las cosas mas importantes. En el mar, cuando se siente que puede venir una tormenta, se deben tomar rizos a la vela o arriarlas por completo mucho antes de que aparezca la tormenta. En la noche se deben colocar líneas de seguridad de proa a popa para desplazarse unido a ellas, por medio de un arnés, en caso de necesidad de hacer una maniobra en cubierta. En el Caso de las cumbres, Asier y Andrea llevaron piolets, crampones, arneses, cuerdas para caminar encordados, estacas para el glaciar, lentes protectores de UV A y B entre otros equipos.
Foto: Med. Vet. Andrea Molina, Guía de Montaña, Experta en Sishapagma (Nepal) y casi todos los picos Andinos, parece que esta diciendo delante del ritacuba Negro, "yo te protejo".
Foto: Perdón, Asier y yo te protejemos
Foto: Camelia bajando del Nevado Pan de Azucar, encordada con Asier Bilbao, por la dificultad de bajar por las piedras. Nótese la estaca y la cuerda de seguridad que lleva Asier.
Foto: Gilberto, arriero cargando las tulas para llevarlas a la Laguna de la Plaza. Con llamarlo por telefono se presenta en cualquier lugar de la Sierra. Enseñó a Camelia como cabalgar.
Mensajero Satelital SPOT
Foto: El aparatico.
Gráfico: Imagen satelital de la Sierra Nevada el Cocuy. Los puntos rojos son las señales enviadas por el mensajero SPOT al grupo familiar. Al norte: seguimiento desde la Parada de romero hasta la Laguna Grande de Los Verdes. Luego desde la Cabaña Kanwara hasta cerca de la cumbre del Ritacuba y al Sur, la travesía hasta la Laguna de la Plaza. s decir... vieron todos los movimientos de Asier, Andrea, Gonzalo y Camelia.
Boquerones o pasos de montaña: Nos recuerda el Paso de los Andes
El Paso de Los Andes fue una campaña militar en la que Simón Bolívar dirigió sus tropas a través de los Andes colombianos para liberar a la Nueva Granada del dominio español durante las guerras de independencia de la América Hispana.
Es considerada una de sus acciones militares más destacadas y toda una hazaña para los medios técnicos de la época.
El 27 de mayo de 1819 inicia El Libertador, desde Mantecal, la marcha para liberar Nueva Granada. Esta campaña, que impuso el famoso paso de los Andes, duró setenta y cinco días. La culminación de esta hazaña fue la batalla de Boyacá que dio la libertad a la Nueva Granada.
En sorprendente y osado movimiento estratégico, el ejército patriota, disciplinado por oficiales extranjeros: ingleses, irlandeses, franceses y de otras nacionalidades europeas y reforzado con numerosos reclutas, cruzó los Andes e inicio la campaña de Nueva Granada.
La infantería partió el 27 de mayo de 1819 de Mantecal hacia los Andes. A costa de increíbles sacrificios y esfuerzos, atravesó el páramo de Pisba, donde muchos soldados murieron de frío, sostuvo con éxito los combates de Gámeza y Pantano de Vargas y, el 7 de agosto dio la batalla definitiva de Boyacá, donde cayeron prisioneros el jefe y más de 1.500 soldados realistas. Ante el avance patriota, el Virrey Juan Sámano abandonó Bogotá, que fue ocupada por Bolívar.
Francisco de Paula Santander fue designado vicepresidente de Nueva Granada y El Libertador volvió a Venezuela al siguiente mes.
El General neogranadino Francisco de Paula Santander iba a la vanguardia. El conocía bien el terreno que pisaba y era un hábil e inteligente militar. Tenía él para esta fecha 28 años. La marcha era dura, forzada, porque tenían que cruzar muchísimos ríos crecidos. Cuando llegaron a Pore, en menos de un mes habían recorrido 600 kilómetros.
Pero lo más duro estaba por delante. Para no tropezar con las fuerzas realistas y caerles de sorpresa, atravesaron con todo el ejército el páramo de Pisba, rodeado de barrancos y peñascos, por senderos que apenas si hacen posible la marcha y además con un frío aterrador y la molestia constante de la lluvia y el granizo. Aquello era casi superior a las fuerzas de los soldados.
Tal fue la marcha, que la caballería llegó sin caballos, sin armas y sin nada que les molestase, porque ya era bastante poder con el propio cuerpo.
Con todo, el general Barreiro les hizo frente en Gámeza y lo batieron por completo. Y días más tarde obtuvieron una ejemplar victoria en Pantano de Vargas. A marchas forzadas llegaron a Tunja y dos días después, el 7 de agosto libraron la famosa Batalla de Boyacá, en que el ejército español quedó rendido ante la osadía y el propio General Barreiro fue hecho prisionero. El Virrey Sámano, que estaba en Bogotá, abandona la capital y el ejército libertador la tomó el día 10.
Foto: Paso de Cusirí entre Laguna de la Plaza y Laguna Pintada
Foto: Paso Bella Vista entre la Laguna de La Plaza y Laguna Grande de La Sierra
Cumpleaños de Camelia (63)
Programa de la expedición a la Sierra Nevada El Cocuy, Colombia
El programa original contemplaba hacer la travesía por el lado oriental de la Sierra Nevada, pero los guías en acuerdo con Gonzalo y Camelia modificaron el itinerario para evitar algunos pasos montañosos, fuertes para mayores de 60 años (Collado Balcones, 4.600m, Paso del Castillo 4.560m y Collado de La Sierra, 4.650m) y quedarse solo con los pasos Cusirí, Patio de Bolos y Cardenillo además de las cumbres del Ritacuba y Pan de Azúcar. Así se cumplió el programa modificado:
22 de enero: Maracaibo (al nivel del mar) – Bogotá (2.640 m.s.n.m.) por Aires.
23 a domingo 25 de enero: Bogotá, aclimatación y preparación.
26 de enero-Día 1: Bogotá - El Cocuy (2.650m) - Cabañas Guaicany (3.980m). Transporte en Van; 8h - Transporte en Campero (4x4); 1h. Alojamiento y cena en las cabañas.
27 de enero-Día 2: Cabañas Guaicany. Paseo suave de aclimatación por los alrededores. Cumpleaños Camelia (63). Excelentes vistas de todos los nevados de la vertiente oeste de la SN de El Cocuy. Alojamiento y comidas en las cabañas.
28 de enero-Día 3: Inicio del trekking, Cabañas Guaicany - Campamento Aguabendita (4.300m). Caminata: 4h. Apoyo de Caballos para transportar equipos.
29 de enero-Día 4: Intento de cumbre en el Nevado PAN DE AZUCAR (5.215m). Caminata 12h. Salida y regreso al campamento.
30 de enero-Día 5: Día de descanso en el campamento.
31 de enero-Día 6: Campamento Aguabendita - Laguna de La Plaza (4.300m), pasando por los pasos Cusirí (4.410m) y Patio de Bolos (4.350m). Caminata 6h. Apoyo de caballos para transportar equipos. Campamento en la Laguna de La Plaza.
1° de febrero-Día 7: Día en la Laguna de La Plaza (4.300m)
2 de febrero-Día 8: Laguna de La Plaza – Cabañas Guaicany (3.980m) caminando. Luego en campero (automóvil rustico) Hasta las Cabañas Kanwara (4.000m).
3 de febrero-Día 9: Todo el día en las Cabañas Kanwara. Camas, comidas y duchas agua caliente en las Cabañas Kanwara.
4 de febrero-Día 10: Intento de Ascenso al Nevado Ritacuba Blanco (5.330m). A pocos metros de la cumbre. Desnivel 1.330m
5 de febrero-Día 11: Cabañas de Kanwara (4.000m), descanso
6 de febrero-Día 12: Kanwara - Laguna Grande de Los Verdes al norte de la Sierra (4.100m).
7 de febrero-Día 13: Laguna de Los Verdes – Parada de Romero pasando por el Paso de Cardenillo (4.400m).
8 de febrero-Día 14: Kanwara- población de Güicán
9 de febrero-Día 15: Regreso a Bogota
11 de febrero: Regreso a Maracaibo (al nivel del mar) por “Aires”