Boquerones o pasos de montaña: Nos recuerda el Paso de los Andes

Cuando se atraviesan los pasos montañosos o boquerones como Cusirí, Patio de Bolos o Cardenillo, pequeñas aberturas en las cimas de las montañas que permiten el paso de un lugar a otro, nos llega el recuerdo del Ejercito Libertador, cruzando el paso del Los Andes, sin la tecnología que usamos actualmente, y sentimos mas respeto por lo que hicieron:

El Paso de Los Andes fue una campaña militar en la que Simón Bolívar dirigió sus tropas a través de los Andes colombianos para liberar a la Nueva Granada del dominio español durante las guerras de independencia de la América Hispana.

Es considerada una de sus acciones militares más destacadas y toda una hazaña para los medios técnicos de la época.

El 27 de mayo de 1819 inicia El Libertador, desde Mantecal, la marcha para liberar Nueva Granada. Esta campaña, que impuso el famoso paso de los Andes, duró setenta y cinco días. La culminación de esta hazaña fue la batalla de Boyacá que dio la libertad a la Nueva Granada.

En sorprendente y osado movimiento estratégico, el ejército patriota, disciplinado por oficiales extranjeros: ingleses, irlandeses, franceses y de otras nacionalidades europeas y reforzado con numerosos reclutas, cruzó los Andes e inicio la campaña de Nueva Granada.

La infantería partió el 27 de mayo de 1819 de Mantecal hacia los Andes. A costa de increíbles sacrificios y esfuerzos, atravesó el páramo de Pisba, donde muchos soldados murieron de frío, sostuvo con éxito los combates de Gámeza y Pantano de Vargas y, el 7 de agosto dio la batalla definitiva de Boyacá, donde cayeron prisioneros el jefe y más de 1.500 soldados realistas. Ante el avance patriota, el Virrey Juan Sámano abandonó Bogotá, que fue ocupada por Bolívar.

Francisco de Paula Santander fue designado vicepresidente de Nueva Granada y El Libertador volvió a Venezuela al siguiente mes.

El General neogranadino Francisco de Paula Santander iba a la vanguardia. El conocía bien el terreno que pisaba y era un hábil e inteligente militar. Tenía él para esta fecha 28 años. La marcha era dura, forzada, porque tenían que cruzar muchísimos ríos crecidos. Cuando llegaron a Pore, en menos de un mes habían recorrido 600 kilómetros.

Pero lo más duro estaba por delante. Para no tropezar con las fuerzas realistas y caerles de sorpresa, atravesaron con todo el ejército el páramo de Pisba, rodeado de barrancos y peñascos, por senderos que apenas si hacen posible la marcha y además con un frío aterrador y la molestia constante de la lluvia y el granizo. Aquello era casi superior a las fuerzas de los soldados.

Tal fue la marcha, que la caballería llegó sin caballos, sin armas y sin nada que les molestase, porque ya era bastante poder con el propio cuerpo.
Con todo, el general Barreiro les hizo frente en Gámeza y lo batieron por completo. Y días más tarde obtuvieron una ejemplar victoria en Pantano de Vargas. A marchas forzadas llegaron a Tunja y dos días después, el 7 de agosto libraron la famosa Batalla de Boyacá, en que el ejército español quedó rendido ante la osadía y el propio General Barreiro fue hecho prisionero. El Virrey Sámano, que estaba en Bogotá, abandona la capital y el ejército libertador la tomó el día 10.

Foto: Paso de Cusirí entre Laguna de la Plaza y Laguna Pintada

Foto: Paso Bella Vista entre la Laguna de La Plaza y Laguna Grande de La Sierra


1 comentario:

  1. mis feliciotaciones profe por otra azaña mas igual a la sra camelia luego personalmente me cuenta esa aventura que de seguro debe ser tan buena como tamtas otras que me a contado y me entretiene tanto con su audacia. VIVAN LOS ABUELOS

    Manuel Nivar

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